Llega una cita importante para todas las familias: el momento de elegir el centro en el que sus hijos o hijas van a adquirir sus conocimientos y desarrollar los hábitos necesario para desenvolverse en el futuro.
Del 12 al 29 de abril está abierto el plazo para solicitar un puesto escolar en los centros de cara al curso próximo. El proceso es sencillo, pero la decisión debe estar bien meditada.
¿Qué podemos tener en cuenta a la hora de elegir centro? Evidentemente, la situación del domicilio es determinante, y acota bastante las posibilidades de elección. Aun así, existen suficientes alternativas. Es importante visitar el centro; visitar varios centros y reflexionar sobre las primeras impresiones (recibimiento, atención, informaciones ofrecidas, etc); aunque no sean definitivas, suelen ser bastante significativas. El ambiente de un centro se respira nada más entrar. Hay que recorrer los pasillos, ver cómo se conducen pequeños y adultos, observar las dependencias. No se puede fingir esa realidad.
Es muy importante conocer el proyecto del centro, el código de conductas que desarrolla, y pensar que la educación es un valor a largo plazo. No todo es transmisión de conocimientos, la educación también tiene mucho que ver con la configuración de la personalidad, con el desarrollo de los recursos de los niños.
Una buena plantilla de profesores y la atención personalizada son básicas para lograr la excelencia a la que todo centro debe aspirar. La cercanía del docente hacia las familias, la facilidad para comunicarse, la confianza mutua entre educadores y padres son las mejores armas para garantizar el éxito escolar. Y no siempre se mide en notas...
Las instalaciones con que cuenta el centro y los servicios que puede ofrecer son factores que pueden resultar decisivos: el tipo de jornada, si es bilingüe, si tiene o no comedor, si hay apertura anticipada, las actividades extraescolares y complementarias que se realizan, las posibilidades de participación de las familias, el equipamiento general, etc.
No menos importante es el tipo de actuaciones que el centro realiza con los alumnos que tienen necesidades educativas especiales, con los alumnos que tienen problemas de aprendizaje o adaptación. El tipo de apoyo que se realiza, si dispone del personal para atender a esos alumnos, si existen Orientadores y docentes especializados en Pedagogía Terapéutica y Logopedia. Si se llevan a cabo programas de refuerzo, desdobles, etc.
Por último, decir que no existe el mejor colegio. Siempre habrá puntos fuertes y puntos débiles en cada uno de los que barajemos. La decisión recae en las familias y puede inclinarse la balanza por pequeñas cosas, más o menos importantes para cada uno. La señal de haber acertado tendrá que esperar hasta el comienzo del próximo curso, cuando los niños y niñas se encuentren contentos en su colegio y las familias vean satisfechas sus expectativas.
Del 12 al 29 de abril está abierto el plazo para solicitar un puesto escolar en los centros de cara al curso próximo. El proceso es sencillo, pero la decisión debe estar bien meditada.
¿Qué podemos tener en cuenta a la hora de elegir centro? Evidentemente, la situación del domicilio es determinante, y acota bastante las posibilidades de elección. Aun así, existen suficientes alternativas. Es importante visitar el centro; visitar varios centros y reflexionar sobre las primeras impresiones (recibimiento, atención, informaciones ofrecidas, etc); aunque no sean definitivas, suelen ser bastante significativas. El ambiente de un centro se respira nada más entrar. Hay que recorrer los pasillos, ver cómo se conducen pequeños y adultos, observar las dependencias. No se puede fingir esa realidad.
Es muy importante conocer el proyecto del centro, el código de conductas que desarrolla, y pensar que la educación es un valor a largo plazo. No todo es transmisión de conocimientos, la educación también tiene mucho que ver con la configuración de la personalidad, con el desarrollo de los recursos de los niños.
Una buena plantilla de profesores y la atención personalizada son básicas para lograr la excelencia a la que todo centro debe aspirar. La cercanía del docente hacia las familias, la facilidad para comunicarse, la confianza mutua entre educadores y padres son las mejores armas para garantizar el éxito escolar. Y no siempre se mide en notas...
Las instalaciones con que cuenta el centro y los servicios que puede ofrecer son factores que pueden resultar decisivos: el tipo de jornada, si es bilingüe, si tiene o no comedor, si hay apertura anticipada, las actividades extraescolares y complementarias que se realizan, las posibilidades de participación de las familias, el equipamiento general, etc.
No menos importante es el tipo de actuaciones que el centro realiza con los alumnos que tienen necesidades educativas especiales, con los alumnos que tienen problemas de aprendizaje o adaptación. El tipo de apoyo que se realiza, si dispone del personal para atender a esos alumnos, si existen Orientadores y docentes especializados en Pedagogía Terapéutica y Logopedia. Si se llevan a cabo programas de refuerzo, desdobles, etc.
Por último, decir que no existe el mejor colegio. Siempre habrá puntos fuertes y puntos débiles en cada uno de los que barajemos. La decisión recae en las familias y puede inclinarse la balanza por pequeñas cosas, más o menos importantes para cada uno. La señal de haber acertado tendrá que esperar hasta el comienzo del próximo curso, cuando los niños y niñas se encuentren contentos en su colegio y las familias vean satisfechas sus expectativas.
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