lunes, 2 de marzo de 2009

RECORDANDO MI PASO POR EL C.P. MARGARITA XIRGU

1983 fue un año en el que se incorporaban a E.G.B cientos de niños en Móstoles. Había serios problemas de plazas escolares, era imposible acceder a clases de 4 ó 5 años si no eras familia numerosa.

A los que nos tocó el C.P. Margarita Xirgu sufrimos una decepción, ya que el colegio no existía, unos terrenos era todo lo que veíamos. Nos aseguraron que en Septiembre estaría terminado y empezarían las clases como en los demás colegios. No fue así, los niños se incorporaron más tarde.

Nos encontramos unos padres jóvenes, con unos profesores en su mayoría muy jóvenes con los que nos tuteábamos (eso no pasaba en nuestra época) y con los que era fácil comunicarse.

Algunos profesores pensaban que venían al “Bronx”, luego comprobaron que sólo éramos gente modesta que no había conseguido un piso en Madrid.

En los primeros días de clase, padres que ya tenían hijos mayores comentaron la necesidad de formar un “APA”. Y así se hizo. Algunos eran padres en el paro que disponían de más tiempo libre y otros en su mayoría mujeres, muy preocupados por la educación de sus hijos. Hay que recordar que en aquellos tiempos uno de los principales problemas era la masificación de alumnos.

Poco a poco el APA fue una piña, colaboró con el profesorado en trabajos administrativos, en ideas, etc. Se formaron clases de inglés, teatro, fútbol, kárate… Se colaboró en horario escolar con talleres de cocina, telares y otros.

La relación entre profesores y APA fue como tiene que ser, cordial unas veces, con tirantez otras. Cada uno desde su posición coincidíamos o discrepábamos según qué cosas, pero siempre con respeto.

Está feo que lo digamos, pero el Margarita era un colegio muy combativo, con muchas actividades. Por eso decidimos colaborar muy activamente en el Centenario de Margarita.

Contactamos con Nuria Espert, que tantas veces ha representado papeles de la Xirgu. Ella nos remitió a Antonina Rodrigo, su biógrafa, que nos dio una preciosa charla y vino acompañada de la sobrina de García Lorca.

Hicimos una gran exposición con material donado por la fundación March. Pedimos colaboración económica a firmas comerciales de Móstoles, como cafeterías, agencias de viaje etc. De esa manera pudimos llevar a cabo obras de teatro de padres, de alumnos, talleres, etc. Fue precioso.

De todo aquello, fiestas, reuniones, charlas, manifestaciones, etc. guardamos un grato recuerdo.

Nuestros hijos crecieron viendo cómo “lo suyo” era muy importante para nosotros. (Los días de “padres” había siempre largas colas para hablar con el profesor).

Conseguimos muchas cosas buenas, y también conseguimos amigos, muy buenos amigos.

¡Felicidades Margarita!

E. Mínguez (antiguo miembro del APA)